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La historia de los Piercings

El origen del concepto de piercing o anillado corporal viene dado desde tiempos inmemoriales por las culturas que han habitado nuestro planeta desde antaño (muchas de ellas desconocidas por las sociedades occidentales). El piercing se usaba como simbolismo que, indicada el status en la tribu, el proceso de madurez de la propia persona, la tribu a la que pertenecía, entre otras muchas connotaciones culturales.

Podemos poner como ejemplo el piercing de labio o labret. Se sabe que los esquimales del Norte de América son los que originalmente emplearon esta joya en su sociedad. Con ella querían simbolizar cuando un niño o joven pasaba a la edad adulta y ya le era permitido ir de caza o pesca con sus mayores. sin duda, una de las formas más originales de demostrar la destreza o habilidades de un individuo en un clan.

También encontramos indicios de perforado ancestral en tribus africanas (en concreto los Mursis y los Masais). Se han encontrado referencias muy antiguas donde las mujeres de estas tribus deforman su boca con discos que aumentan la cavidad bucal. Así mismo, también se practican dilataciones con objetos pesados para alargar sus lóbulos en un intento de galantería y seducción del sexo opuesto.

Hoy en día podemos encontrar una herencia cultural de estas costumbres ancestrales en diferentes tribus repartidas por todo el globo.

• Los guerreros Potok (sita en la antigua Yugoslavia) también meten en su boca un disco para aumentar la cavidad bucal, así como, gracias a una hoja de árbol, se atraviesan el tabique nasal.
• En Nueva Guinea, las mujeres, también atraviesan su tabique nasal pero esta vez lo hacen con una espina de pez. Aunque los hombres también siguen esta costumbre no lo realizan exactamente igual, ya que lo realizan con dientes de pez.
• Es también habitual que las mujeres Tinglit (tribu india al oeste de Canadá) muestren como prueba de madurez sexual diferentes perforaciones destacando el septum realizado con hueso de bisonte.
• No podemos olvidarnos de los Sioux. este pueblo que, seguro que conoces, aunque sea de oídas, pena una costumbre muy actual en nuestros días. Perforaban a sus jóvenes en el pecho y les colgaban garfios a través d los cuales les suspendían de los árboles hasta que la piel se laceraba. De esta forma, y no otra, demostraban que estaban preparados para ser guerreros.
• Sin cambiar de continente tenemos a los Mayas que usaban el piercing para aumentar su belleza personal. Usaban perforaciones en las orejas, nariz, boca siempre con las joyas más caras que podían llegar permitirse
• Los indios Cashinawa utilizan las perforaciones corporales como muestra de engalanamiento. Los hombres portan una pluma de pájaro que le atraviesa el tabique nasal como símbolo de poder.

Como puedes comprobar, la mayoría de las tribus que hemos nombrado (y nos dejamos muchísimas en el tintero como los egipcios por ejemplo) están en mayor o menor medida vinculados con el piercing, cuando menos, hace unos miles de años.

Con esto descubrimos que esta tendencia de modificación corporal está anclada en el ser humano casi desde sus orígenes y todas las connotaciones negativas que tiene hoy en nuestros días no son más que falsas creencias impuestas por nuestros recientes ancestros que no entendían las tradicionales centenarias de nuestro planeta.

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