Tatuaje y  adelgazar.

Muchos nos hacéis preguntas del tipo: ¿Si voy al gym el mes que viene y se me ponen los brazos como Hulk…..no tendré problemas con el tattoo no?. La respuesta es, obviamente, NO.

Realmente y gracias a nuestra dilatada experiencia en el mundo del tatuaje, podemos asegurarte que la repercusión de la ganancia o pérdida de peso sobre el resultado visual de tu tattoo prácticamente es inapreciable. La piel, que es el órgano más grande de todo tu cuerpo, y debido a su continuo proceso de regeneración (necesitas siete semanas para que tu piel se regenere por completo), es mucho más agradecida de lo que parece.

Las cremas de tatuaje, así como las cremas hidratantes juegan un gran papel en tu tatuaje y no solo estamos hablando del proceso de curación, sino en su mantenimiento y protección.

ADELGAZAR DESPUES DEL PARTO Y EL TATUAJE

El tatuaje en mujeres tiene la pecualiaridad del embarazo.

Desde The Inker no recomendamos hacerte un tatuaje cuando estés embarazada ya que es un proceso incómodo para tu cuerpo que acabará repercutiendo en el bebé.

Otra cosa es realizártelo cuando tienes un hijo ya más crecido (fuera de la etapa de lactancia), ya que es el momento perfecto para relucir con orgullo esos sentimientos tan fuertes que te hacen ser mamá o papá.

Pero, ¿qué pasa cuando pierda peso? ¿Qué pasará cuando dé a luz con mi tatuaje de la cadera? Estate tranquila. A no ser que pierdas peso considerablemente (más de 30 kilos), y bajo nuestra experiencia, no debes temer por adelgazar y el resultado de tu tatuaje. Es el mismo proceso que al adelgazar. Evidentemente solo lo veremos deformado cuando pasen varias cosas en coordinación.

Si hemos cogido mucho peso en una zona localizada y no somos capaces de perderlo, pero si nos hemos puesto una hidratante potente para cuidarlo (como el aceite de almendras dulces) y contrarrestar el efecto de la dilatación de la piel, veremos en muchísima menos medida este problema reflejado.